Sin ambición, sin intensidad, sin pegada, es imposible ganar un partido y eso es lo que nos ha pasado hoy. Hemos empatado un partido contra un rival asequible que en teoría deberíamos de haber ganado.
La primera parte para olvidar. Parecía comos si estuviéramos dormidos, totalmente faltos de intensidad y ambición. Pudimos adelantarnos con una ocasión buena de Castillo que se escoró demasiado y algunas incursiones por banda de David con errores en el pase o decisión de finalización.
La segunda parte igual que la primera, pero con un poco más de intensidad y más ocasiones de gol. Ellos se encontraron con un gol que anotaron de las dos únicas ocasiones que tuvieron en todo el partido (La segunda muy buena intervención de Carletes). Nosotros apretemos un poquito y el rival se hizo más fuerte atrás, pero conforme iba pasando el tiempo a los visitantes les pasó factura y se fueron viniendo abajo. Tuvimos muchas ocasiones fáciles de haber ganado, pero hoy la falta de pegada fue increíble.
Aún así un punto siempre es mejor que nada y hay que destacar que aunque con un ritmo excesivamente lento el equipo toco más balón que en los anteriores partidos y hubo más asociaciones de jugadores que antes no lo hacían.
Como puntos negativos la defensa (de todo el equipo, no de la última línea defensiva), cada vez es más blanda. Ya muchos jugadores no se sacrifican en defensa como en los primeros partidos y eso se nota.
Ante este tropiezo a trabajar durante la semana. Habrá que corregir el aspecto defensivo sobre todos, entrenar con más intensidad y variar los planes de entrenamiento de algunos días que venimos haciendo las últimas semanas.
El lunes a las 19:30 como de costumbre nos vemos para enderezar estos últimas malas sensaciones que hemos dejado.
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